jueves, 15 de diciembre de 2011

El Hombre de Acero

Falleció el dibujante Eduardo Barreto

Foto: www.elpais.com.uy

Más de un lector yanqui debe haberse enterado de qué es Uruguay a raíz de googlear su nombre. Es que la muerte de Luis Eduardo Barreto (Montevideo, 1954) no pasó desapercibida acá, en su país natal, pero tampoco -pero mucho menos- en Estados Unidos, donde vivió unos tres años, y para donde trabajó gran parte de sus 40 años de carrera. Varios portales norteamericanos especializados, como Bleeding Cool y Comic Book Resources hicieron eco de la noticia: el dibujante uruguayo más reconocido en las tierras del Norte fallecía el pasado miércoles, a la edad de 57 años.

Desde su breve estadía en Estados Unidos, pero mayoritariamente desde su casa en Costa de Oro, Barreto puso lápiz y tinta a más de 1.500 obras, entre portadas, cómics mensuales y novelas gráficas, según asegura el portal del diario El País. Jugó en las grandes ligas: en los años 80 debutó en New Teen Titans y rápidamente se incorporó a otras series de DC Comics, como Action Comics, Superman y Martian Manhunter. Ya pisando los años 90, ilustró Lex Luthor: The Unauthorized Biography, novela gráfica con guiones de James D. Hudnall, considerada por muchos críticos estadounidenses como su mejor obra (y, por algunos, como el mejor retrato del calvo némesis de Superman). 

Poco después aportó trazos a Superman: Speeding Bullets: un álbum que planteaba una línea de tiempo alternativa a la del universo DC, donde el pequeño Kal-El no aterriza en la granja de los Kent en Smallville, sino en Gotham City (o Ciudad Gótica), donde es adoptado por la familia Wayne (o Díaz). Con guión del gran J M DeMatteis, el libro se convirtió en un clásico, y obtuvo en 1993 el premio Wizard Fan Award por Mejor Novela Gráfica o Album Original.

Siguieron trabajos para varias editoriales: Marvel Knights para Marvel Comics, Aliens/Predator: Deadliest of the Species para Dark Horse y la aclamada novela gráfica de gángsters Union Station para Oni Press. En sus últimos años, ilustró -de forma intermitente debido problemas varios de salud- la tira diaria de tono telenovelesco Judge Parker (que se publica en más de 100 diarios estadounidenses), y la tira de los dominical de The Phantom. Uno de sus últimos proyectos fue el álbum DC Retro-active: Superman-The 70's, que emulaba la estética visual y narrativa de aquella década. De vuelta, problemas de salud obligaron a Barreto a abandonar el ya avanzado proyecto, que fue terminado por otro uruguayo: Christian Duce.

Homenaje a Barreto, por Matías Bergara.


Pero no todo fueron capas y mallas ajustadas en la carrera de Barreto. Trabajador freelance para agencias de publicidad, autor de una tira para el diario El Día y colaborador de la agencia United Press, viajó a la Argentina allá por los años 70 a rebuscarse en el creciente circuito historietístico de la época. Allí consiguió trabajos para la editorial Columba (sello de Nippur de Lagash, Fantasía y D'artagnan), como ponerle dibujos a las aventuras africanas Kabul de Bengala -con guiones del mismísimo Héctor Germán Oesterheld- y a un capítulo entero de Nippur.


Su trabajo en nuestro país fue más bien escaso. Entre los más memorables está su norteamericanísima adaptación del cuento "Puntero izquierdo" de Mario Benedetti para el álbum colectivo Historiet@s,uy (Alma Zen, 2000), y las ilustraciones para la novela de ciencia-ficción Guía para un universo, de Natalia Mardero (Cauce, 2004). Recibió en 1997 el premio Morosoli de Plata por la categoría Humor Gráfico, Caricaturas e Historietas (galardón que se le otorgó este año a Enrique Ardito). 


Historieta realizada por Barreto, con guión de Carlos Mª Federici,
 para el suplemento "Freedonia" de la revista Freeway


Siempre crítico de su propio medio, supo cuestionar el rumbo de la historieta nacional. En una entrevista realizada en 2009 por Magdalena Herrera para el diario El País, arremetió contra ciertas tendencias:

En Uruguay ya no existen [las ideas], directamente copian con mucha alevosía y se acabó la historia. Pero, como siempre, es una mala copia del exterior. En el resto del mundo, se busca un agujerito argumental en una trama del año pasado y de ahí enganchan todo un guión: "aquellos 40 segundos que quedaron en la vida del hombre cucaracha desde que se puso el traje hasta que apareció la novia". Todo es de una pobreza conceptual brutal, y hay algo de patología con los superhéroes y figuras arquetípicas. Me da mucha pena porque realmente amo esta profesión. Para mí es muy doloroso ir a las convenciones aquí y ver cómo se imita absolutamente toda esa extraña relación que tiene el estadounidense con el cómic, con el agravante enorme que en Uruguay ni siquiera existen las condiciones económicas. Puedo entender que un norteamericano de 30 años gaste cientos de dólares en historietas, se vista con trajes y viva una vida virtual como vía de escape al tipo de sociedad que le tocó en suerte. Pero acá no es así.

Sin embargo, los últimos proyectos del dibujante hubiesen entrado en resonancia con las tendencias más "localistas" de la historieta reciente uruguaya. Comenta, en la misma entrevista, estar trabajando en la adaptación de la novela Ismael, de Eduardo Acevedo Díaz, (que fuera adaptada entre 1959 y 1960 por José Rivera -uno de sus maestros- y luego recopilada en la revista Balazo en 1999) y en Sacramento, una novela gráfica de corte histórico ambientada en el departamento de Colonia en el último tercio del Siglo XVIII. 
Al menos dos proyectos huérfanos, varias obras memorables y un ejemplo a seguir es el legado de este artista, que con su sello personal y su perseverancia supo llegar a la cima, a esos lugares que parecían inaccesibles para los nacidos en el país del es lo que hay. Queda también su recuerdo: "humilde", es el adjetivo que hace más ecos entre los comentarios de muchos que lo conocieron. Una palabra que cobra especial brillo cuando comparte currículum con otras, como Marvel y DC.


Uno de los mejores años de la historieta nacional llega a su fin con una de las peores noticias. Hoy es la celebración de AUCH como cierre de las actividades de este 2011, y habrá copas levantadas a la memoria Eduardo Barreto. Salud.



Federico de los Santos

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